Así comienza el prólogo de Aldous Huxley (Serie Narrativa - 1932)
El remordimiento crónico, y en ello están acordes todos los moralistas, es un sentimiento sumamente indeseable. Si has obrado mal, arrepiéntete, enmienda tus yerros en lo posible y encamina tus esfuerzos a la tarea de comportarte mejor la próxima vez.
Pero en ningún caso debes entregarte a una morosa meditación sobre tus faltas.
Revolcarse en el fango no es la mejor manera de limpiarse.
martes, 29 de marzo de 2011
miércoles, 23 de marzo de 2011
sábado, 12 de marzo de 2011
Pintura
Una hermosa "pintura" de Jack London.
El fuego lucho una batalla perdida y por fin se apagó, mientras la escarcha penetraba por las grietas del musgo que había entre los troncos y enfrío la atmósfera interior. Los perros en el exterior dejaron de ladrar, y, acurrucados en la nieve, soñaban con cielos plagados de salmón, donde no existían ni conductores de perros ni amos.
El fuego lucho una batalla perdida y por fin se apagó, mientras la escarcha penetraba por las grietas del musgo que había entre los troncos y enfrío la atmósfera interior. Los perros en el exterior dejaron de ladrar, y, acurrucados en la nieve, soñaban con cielos plagados de salmón, donde no existían ni conductores de perros ni amos.
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